¿El próximo tsunami en España
Eduardo
Rodríguez Rovira, Presidente de la Fundación Edad&Vida avisa del tsunami
poblacional que se avecina.
Japón está sometido a periódicas
tragedias naturales, terremotos y maremotos. El de 2011 provocó gravísimos
problemas en la central de Fukushima y causó 20.000 muertos o desparecidos.
También en Japón existe otra clase
de tsunami que ha sido anunciado con tiempo, aunque no se le ha prestado
atención con acciones preventivas y como consecuencia está motivando ya anualmente
una hecatombe en la población japonesa, su desplome a causa del envejecimiento
y de la insuficiente capacidad de sustitución por nuevas generaciones.
Por tercer año consecutivo ha
disminuido la población de Japón. Nada menos que 217.000 personas, es decir
0,17% de la población de 127 millones de habitantes.
Las personas mayores de 65 años
representan más de un cuarto de la población (en España alrededor de 17%) y es el segmento que
aumenta más rápidamente (en el año más de un millón de personas).
En paralelo la población en edad de
trabajar descendió también un millón de personas y en Japón no existe
prácticamente inmigración, que no es bien vista por la población, por lo que se
encuentra en una situación comprometida a corto y medio plazo.
El tsunami ya está encima y se
anticipan enormes problemas para el pago de las pensiones, la atención
sanitaria y graves repercusiones en la producción y la economía. Está claro que
las medidas se debían haber preparado cuando se anticipó con toda claridad hace
años el cambio demográfico inminente.
La alarma ya ha llegado a España. En
2013 descendió la población por primera vez desde que se publican las series
históricas (1971), en número de 113.902 personas. Pero el análisis indica que
se ha debido principalmente a movimientos de emigración (162.390 salidas), ya
que el saldo vegetativo fue todavía positivo, 48.488 personas.
La
previsión, según el INE, es que llegaremos a perder dentro de cuarenta
años un 10% de la población, que disminuirá hasta los 41 millones, salvo que se
produzcan de nuevo movimientos migratorios masivos. Desde 2018 los
fallecimientos superarán a los nacimientos y en el 2040, la población mayor de 65 años alcanzará
el 37%.
La
tasa de natalidad española es una de las más bajas de la UE, y por tanto del
mundo, 1,36 hijos por mujer,por debajo de la tasa de reposición, pero no existe una política familiar enérgica
para resolver este importante problema demográfico, de incalculables
consecuencias económicas y sociales.
Si no ponemos los medios, el tsunami
poblacional, nos alcanzará, como está ocurriendo en Japón.
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